De belenes, de campanas y regalos
Se compone nuestra pobre navidad;
panderetas y zambombas que no falten,
porque así es mucho más fácil no pensar.
Yo quiero una Navidad distinta.
En la que el odio y el rencor no tengan sitio,
en la que el pobre sea tratado como el rico,
y en nada influyan los colores de la piel.
Yo quiero una Navidad distinta,
donde el amor y la paz lo llenen todo.
Celebrando dos mil años estas fiestas
sin que el mundo reconozca la verdad,
mientras se hable de miserias y de guerras,
es que aún no se entendió la Navidad.
Yo quiero una Navidad distinta.
En la que el odio y el rencor no tengan sitio,
en la que el pobre sea tratado como el rico,
y en nada influyan los colores de la piel.
Yo quiero una Navidad distinta,
donde el amor y la paz lo llenen todo.
De recuerdos, rituales y nostalgias
hemos hecho el fundamento de la fe,
pero Cristo es realidad y está presente
desde el día en que nació pobre en Belén.
Yo quiero una Navidad distinta
En la que el odio y el rencor no tengan sitio,
en la que el pobre sea tratado como el rico,
y en nada influyan los colores de la piel.
Yo quiero una Navidad distinta,
donde el amor y la paz lo llenen todo.
En la que el pobre sea tratado como el rico,
y en nada influyan los colores de la piel.
Yo quiero una Navidad distinta,
donde el amor y la paz lo llenen todo.